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Una de las fantasías de los primeros cinematógrafos era que las películas pudieran transmitir algo más que imágenes en movimiento. Y así, se pusieron en marcha fallidas experiencias como el cine con olor. Otros avances, como las tres dimensiones (3-D), están mucho más desarrollados y perfeccionados. Cáceres contará, a partir del próximo 2 de julio, con la primera sala de la ciudad en la que la acción deja de estar sólo en una pantalla y se convierte en una especie de sensación envolvente, y en dónde parece que los personajes pueden casi tocarse. Otro planteamiento y otra forma de acercarse a una sala de cine.

Los multicines Cáceres acaban de instalar un sistema que permite proyectar películas con esta particularidad. ¿Una forma de salir de la crisis? Juan Heras, gerente de la empresa que gestiona los multicines Cáceres habla de nuevos horizontes. Todo se renueva, y el cine en tres dimensiones parece estar convirtiéndose en una interesante opción de ocio familiar.

De hecho, la primera película que se proyectará será ‘La edad de hielo 3′, un filme familiar y de animación. La programación en tres dimensiones está garantizada hasta el mes de septiembre. El 30 de julio se estrenará ‘Up’ y el 30 de agosto ‘G-Force’, que también cumplen este criterio familiar y de animación.

Se espera con ansiedad la película ‘Avatar’, rodada por James Cameron, el director de ‘Titanic’. Será la primera película «real» (no de animación) que podrá verse en 3-D en este cine cacereño. Este sistema está implantado de una forma aún muy incipiente en España. Según los datos que aporta Heras, de las 4.000 pantallas que hay en España, solamente 128 ofrecen cine en tres dimensiones. La inversión es alta, aunque no da cifras. «Es muy costoso y realmente no va a tener una amortización», apunta Javier Gago, responsable de estas salas cacereñas.

El espectador tendrá que pagar algo más si quiere someterse a esta particular forma de ver cine, mucho más realista. Aún no está decidido, pero probablemente el precio de la entrada oscile entre los siete euros y los siete euros y medio, unos dos euros más que la entrada normal.

Las gafas son un elemento fundamental en las tres dimensiones. Todos los espectadores recibirán, junto a su entrada, unas gafas que permiten ver la profundidad de las figuras.

Heras está convencido de que este nuevo recurso va a enganchar a los espectadores, que progresivamente se descuelgan de las salas. La piratería está haciendo mucho daño, aunque este empresario asegura que se está haciendo más cine que nunca, y que está más que demostrado «que es un producto necesario».

El público cacereño demanda lo mismo que cualquier espectador nacional, aunque tiene poco tirón, dice Heras, el cine en versión original.

Parece ser un mal ‘typical spanish’, ya que, excepto en las grandes capitales, hay muy pocas ciudades con oferta de cine con subtítulos.

No estamos familiarizados con una forma de ver películas que está extendida con normalidad en el resto del mundo. Portugal o Latinoamérica nos sacan una ventaja considerable.

Fuente: Hoy.es